El Templo de San Nicolás de Tolentino fue declarado Patrimonio Cultural de San Juan
25.09.2013 16:17
La Capilla de San Nicolás de Tolentino, que se encuentra ubicada en la calle que lleva su mismo nombre en la zona de Las Lomitas, quedará más afianzada que nunca con la historia de Albardón, ya que por su construcción centenaria, recientemente se ha declarado Patrimonio Cultural de la Provincia de San Juan.
Dicho proyecto fue presentado por la actual Diputada Departamental Lic. Cristina López y aprobado el 24 de junio del 2013.
Previo a solicitar que la Capilla de San Nicolás se sumara a los lugares protegidos como Patrimonio Cultural, se realizó un estudio técnico muy específico, que tuvo como protagonistas a un equipo de profesionales del Instituto Regional de Planeamiento y Hábitat de la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño de la Universidad de San Juan, dicho estudio se llevó a cabo en el año 2002. Posteriormente se argumentó la necesidad de brindarle los beneficios necesarios para su preservación, para que en un futuro las generaciones venideras puedan disfrutar de este edificio centenario, levantado en septiembre del año 1912 y reconstruido en 1942 por el deterioro que había sufrido hasta entonces, bajo el proyecto del Ing. Fabricio Palmero, pero conservando su arquitectura de estilo colonial. Para su construcción se utilizaron materiales naturales tales como adobes, cañas, barro y rollizos, característicos de una zona rural, con técnicas de gran arraigo en la comunidad, recibiendo el apoyo de los Monseñores Orzali y Zapata. En aquel entonces la escritura del terreno fue dada a la curia Diocesana. Siendo la superficie total de 1500,00m2 y sus dimensiones son 30,00m de frente por 50,00m de fondo, teniendo en la actualidad una superficie cubierta de 336,00m2, con 12,00m de frente por 28,00m de largo. Conteniendo en su interior la Imagen de su Patrono, San Nicolás, de 1,60 metros de altura, y cuyos ojos de vidrio pertenecieron en vida a una lugareña de apellido Hidalgo, quien los donó.
Según se cuenta, que a fines del siglo XIX una vecina de la zona llamada Nicolasa Díaz, trajo a su domicilio la imagen del santo, transformándose en poco tiempo un lugar de oratorio muy concurrido, debido a esto que el esposo de Nicolasa y dueño del terreno José María Quiroga, donó parte del mismo para la construcción del tempo incluyendo el material necesario, teniendo por entonces 13 metros de largo por 6 de ancho, un campanario y una galería contigua a la sacristía. También se afirma que parte de su altar se armó con retablos rescatados de entre los escombros del Convento de Santo Domingo, dañado por el terremoto de 1944.
En la actualidad, este templo ha ganado gran popularidad y muestra de fe, congregando a miles de votos que año tras año y durante el mes de septiembre asisten hasta el templo, para participar de las novenas en honor a su patrono, tradición que se viene sosteniendo desde hace muchos años y que continúa siendo todo un éxito.
Han pasado muchos años desde su construcción y la calle que lleva hasta el templo, se ha poblado de numerosas casas, transformándose en un verdadero lugar turístico, además en los últimos años la Municipalidad concretó algo muy importante al momento de visitar dicho lugar, se inauguró el pavimento de la calle principal que parte desde la misma calle La Laja hasta el templo, sumándole una plaza muy particular que luce justo frente a la fachada principal.
De esta manera, Albardón dio un paso más que importante para sus futuras generaciones, tal como lo expresan los fundamentos presentados en la Cámara de Diputados por la autora del proyecto Lic. López diciendo “Las comunidades tienen diferentes elementos definitorios, una comunidad termina allí donde el comportamiento cultural global está suficientemente diferenciado del vecino. La pérdida del patrimonio cultural como entidad diferenciadora representa perder total o parcialmente las señas de identidad y olvidar parte de sus raíces como pueblo singular”.-
