La historia del artista albardonero que tendrá su propio documental
22.08.2013 17:35
“Tenía tan solo 15 años cuando creí que se me derrumbaba todo, ya que en menos de una semana pase a ser, un no vidente. Sin ninguna razón se me disminuyó la vista, impidiéndome hacer las tareas que habitualmente realizaba”, de esta manera, Gonzalo Saguas que en la actualidad tiene 20 años de edad, recuerda aquel duro golpe que la vida le dió, en lo mejor de su juventud y que gracias al poder mágico de la música, lo pudo superar.
Cuenta además, que en la Escuela Braille, a la cual asiste actualmente, aprendió muchas cosas que antes no le prestaba demasiada atención y que también por ese entonces, encontró a uno de sus grandes amores, “La Música” impactándolo tanto, que hasta su mamá le regaló una guitarra. Rápidamente, aprendió sus primeros acordes de la mano de Alberto Escudero, luego con profesores de la Escuela Braille y hasta comenta que durante el tiempo que permaneció en Bs As, realizándose unos estudios médicos, asistió al Conservatorio Argentino de Música, donde tomó clases aproximadamente de 6 a 7 meses. Gracias a este esfuerzo, Gonzalo actualmente, se da el gusto de integrar una de las bandas tropicales más populares de Albardón, “Sin Control” y recientemente la formación del grupo folclórico “Herederos”.
“Al principio no fue fácil, pero más tarde comencé a entender la música, a darle un sentido a cada uno de los acordes, hasta que más o menos hace tres años que conocí a Carlos García, el cantante del Grupo La Oveja Negra, era nuestro profe en la Banda Sinfónica Juvenil, del Programa de Orquestas Juveniles del Ministerio de Desarrollo Humano de Albardón y desde entonces nos hicimos amigos, a tal punto que nació la idea de realizar una película juntos, Carlos, habló con algunos productores amigos, se interesaron y hasta se consiguió subsidiar un largometraje, del cual estoy muy orgulloso de participar.”
Gonzalo, impulsa desde la Escuela Braille un proyecto llamado “Música para Todos”, que consta en realizar una musicografía en Braille para que las personas no videntes puedan leer las partituras resultándoles más fácil hacer música. Además, espera ansioso el estreno de la película que habla de la relación profesor, alumno entre Carlos y él, que según afirman la primera proyección se realizará en el Cine Teatro de Villa San Martín, comenzando de esta manera un recorrido por la TV Pública y por varios cines del País.
Mientras sonríe nos comenta: “Hace tres semanas que están conmigo todo el día, van a todos lados, hicieron tomas de los lugares que comparto con mis alumnos, en el Lote Hogar N°6 y en el CIC de Campo Afuera, también estuvieron en mi casa con mi mamá Rut y mis hermanos Pedro, Dayana y Adriel que es el más chico de todos. La verdad que todo esto es un poco raro, no sé cómo definir lo que estoy viviendo”, afirma Gonzalo quien durante este tiempo de importantes cambios, encontró a una persona con quién compartir su corazón, se llama Rocío, tiene tan solo 16 años y a pesar que debe utilizar muletas para trasladarse, lo acompaña a todos lados, compartiendo momentos muy especiales llenos de amor y risas. “Rocío es muy buena, me ayuda a sentirme bien, estamos casi todo el tiempo juntos y compartimos hasta las clases de música”, nos cuenta Gonzalo, mientras sonríe.
El largometraje documental, se llama “Vientos de Albardón” ya se terminó de rodar por completo, tomando imágenes principalmente de Albardón, lo realizan Silvina Cuman y Javier Orradre ambos de Bs. As., la producción general es de la sanjuanina Betty Puga, quien ganó el subsidio del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y se estrenará durante los meses de Diciembre o Enero próximo, en el Cine Teatro de Albardón.
El films trata de la vida de un profesor (Carlos García) y su alumno (Gonzalo), quienes se conocieron en clase y que más allá de las condiciones de Gonzalo, la amistad y el sentimiento por la música, hacen de que los más grandes problemas sean superados.
Además, se tomaron imágenes de los lugares donde Gonzalo asiste habitualmente, incluyendo su propia casa, para ello un equipo técnico lo acompaño durante tres semanas consecutivas, en diferentes horarios y lugares, mientras tanto de la misma manera ocurría con Carlos, que luego de ser procesadas y editadas estarán listas para que nosotros disfrutemos de un documental que será historia, la de Gonzalo, el albardonero con problemas en su vista pero que es un verdadero enamorado de la vida.
